En esta entrada hablaré acerca de un filósofo sobre el que
no hemos hecho mucho hincapié en clase. Él es Gottfried Wilhelm Leibniz (1646-1716). Además
de filósofo, también fue lógico, matemático y político alemán. No solo me centraré
en la vida de Leibniz, sino también en sus aportaciones en el campo de la
filosofía y en el ámbito de la metafísica.
Pues bien, Leibniz está considerado como uno de los grandes
pensadores de los siglos XVII y XVIII y como ya sabéis, es uno de los máximos
exponentes del racionalismo, junto con Descartes, Spinoza y Malebranche, entre
otros.
En primer lugar, es importante destacar que su filosofía se
enlaza con la tradición escolástica y anticipa la lógica moderna y la filosofía
analítica. También contribuyó en el ámbito tecnológico y anticipó nociones que
posteriormente aparecerían en la biología, la geología, la psicología, la medicina
o la ingeniería.
Algo que también considero relevante destacar es que Leibniz
escribió principalmente en tres idiomas: latín escolástico, francés y alemán.
Una vez hecha esta breve introducción, ya es hora de hablar
de Leibniz en el ámbito de la filosofía. Su pensamiento filosófico aparece de
forma fragmentada. ¿Qué quiero decir con esto? Pues que sus escritos
filosóficos son principalmente textos cortos: artículos de revistas,
manuscritos que se publicaron tras su muerte y gran cantidad de cartas con
personajes múltiples. Solamente escribió
dos tratados de filosofía, y el que se publicó durante su vida, la Théodicée de
1710, es tanto teológico como filosófico.
Es el propio Leibniz el que fecha su inicio como filósofo
con su Discurso sobre la metafísica,
el cual elaboró en 1686 como un comentario a una disputa entre Malebranche y Arnauld.
¿Y a qué no sabéis qué? En 1676, Leibniz conoció a Spinoza y
leyó algunos de sus escritos, que aún no habían sido publicados, y desde
entonces, se sospecha que se apropió de algunas de sus ideas. ¿Qué pensáis acerca de esto? La disposición
escolástica y aristotélica de su mente rebela la fuerte influencia de uno de
sus profesores en Leipzig, Jakob Thomasius.
Leibniz realizó profundas e importantes contribuciones en el
área de la metafísica. El punto de partida de su metafísica está claramente en
la metafísica de Descartes. Aceptó muchas de las ideas del filósofo francés,
aunque también rechazó otras tantas. Aceptó la distinción entre ideas claras e
ideas confusas, pero sin duda, Leibniz se opone radicalmente a la filosofía
cartesiana en su geometrismo. Piensa que la substancia no es pura cualidad geométrica
y, por lo tanto, tampoco la racionalidad es geometría.
Para Leibniz, en el inicio de un movimiento se encuentra
siempre una fuerza. Considera que el
error fundamental de Descartes radica en que el filósofo francés olvida el elemento
dinámico de la realidad debido a que no tenía herramientas matemáticas para reducirlo
racionalmente (contaba solamente con la geometría analítica). Leibniz sí que
tiene tales herramientas para tratar estos elementos matemáticamente (racionalmente),
el cálculo infinitesimal.
Respecto al problema de la materia, para Descartes, ésta era
pura extensión geométrica mientras que para Leibniz los cuerpos son fundamentalmente,
puntos dinámicos. Descartes no podía medir lo dinámico, pero Leibniz sí puede:
mediante la trayectoria, la velocidad y la masa se puede calcular la situación
actual dinámica (fuerza) de cada cuerpo, situación que contiene la ley de su
evolución dinámica posterior.
La contribución más importante de Leibniz a la metafísica es
su teoría de las mónadas, las cuales están consideradas como los elementos últimos del universo. Son
"formas del ser substanciales" con las siguientes propiedades: son
eternas, no pueden descomponerse, son individuales, están sujetas a sus propias
leyes, no son interactivas y cada una es un reflejo de todo el universo en una
armonía preestablecida.
Pues bien amigos, aquí hay filosofía para dar y tomar. Cada
vez que hago una entrada de estas, sin duda, siempre aprendo algo nuevo, por
poco que sea, pero me quedo con eso, que al fin y al cabo es lo importante.
Espero que os haya gustado y os haya parecido interesante.
Muy bien Pelayo, mejor que la anterior: interesante y original. Además de lo que dices hay que destacar la bronca que tuvo con Newton por el descubrimiento del cálculo infinitesimal. Ambos pretendían haber sido los primeros.
ResponderEliminarSaludos
Me ha interesado mucho la parte de la teoría de las Mónadas, y en general toda la entrada, pues yo misma había pensado en escribir una entrada acerca de este autor, porque como comentaste en tu entrada apenas lo vimos en clase.
ResponderEliminarSaludos.